Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Timoteo 5, 2-20

2 a los ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con
toda pureza.

3 Honra a las viudas, a las que son verdaderamente viudas.

4 Si una viuda tiene hijos o nietos, que aprendan éstos primero a
practicar los deberes de piedad para con los de su propia familia y
a
corresponder a sus progenitores, porque esto es agradable a Dios.

5 Pero la que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene
puesta su esperanza en el Señor y persevera en sus plegarias y
oraciones
noche y día.

6 La que, en cambio, está entregada a los placeres aunque viva, está
muerta.

7 Todo esto incúlcalo también, para que sean irreprensibles.

8 Si alguien no tiene cuidado de los suyos, principalmente de sus
familiares, ha renegado de la fe y es peor que un infiel.

9 Que la viuda que sea inscrita en el catálogo de las viudas no tenga
menos de sesenta años, haya estado casada una sola vez,

10 y tenga el testimonio de sus buenas obras: haber educado bien a los
hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a
los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras.

11 Descarta, en cambio, a las viudas jóvenes, porque cuando les
asaltan los placeres contrarios a Cristo, quieren casarse

12 e incurren así en condenación por haber faltado a su compromiso
anterior.

13 Y además, estando ociosas, aprenden a ir de casa en casa; y no sólo
están ociosas, sino que se vuelven también charlatanas y
entrometidas,
hablando de lo que no deben.

14 Quiero, pues, que las jóvenes se casen, que tengan hijos y que
gobiernen la propia casa y no den al adversario ningún motivo de
hablar
mal;


15 pues ya algunas se han extraviado yendo en pos de Satanás.

16 Si alguna creyente tiene viudas, atiéndalas ella misma y no las
cargue a la Iglesia, a fin de que ésta pueda atender a las que
sean
verdaderamente viudas.

17 Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble
remuneración, principalmente los que se afanan en la predicación y en
la
enseñanza.

18 La Escritura, en efecto, dice: = No pondrás bozal al buey que trilla,

= y también: = El obrero tiene derecho a su salario. =

19 No admitas ninguna acusación contra un presbítero si no viene con

= el testimonio de dos o tres. =

20 A los culpables, repréndeles delante de todos, para que los demás
cobren temor.